Siete Percebes, siete kilómetros. Porque con apenas siete kilómetros podemos completar una ruta por la ciudad de Valencia, sencilla, cultural, apasionante y aprovechar las ventajas del invierno.
Quizás en esta época no sea un buen momento para salir a la montaña si no se dispone de ropa técnica o a causa de compromisos familiares. Esto no es excusa ni motivo para no salir, y más si durante las fiestas hemos abusado algo más en la comida que lo habitual.
Tanto con nuestra propia bici, o con las que se ofrecen a los ciudadanos desde Valenbici, podemos recorrer parte de la red de carriles bici o aprovechar el viejo cauce del río por los que es hoy en día uno de los mayores y mejores jardines urbanos de España
Desde el parque de cabecera, lo hemos dicho alguna vez, hasta el final del tramo junto a la ciudad de las artes y las ciencias, es un rio de cultura. Pero como no sólo de cultura y deporte vive el hombre, uno de los restaurantes donde podemos finalizar nuestra visita, descansar, recuperar fuerzas y ser bien atendidos es el Restaurante los Siete Percebes.
Sin lugar a dudas hay muchos en la ciudad de Valencia donde poder comer bien, por supuesto, y de algunos de ellos nos iremos haciendo eco a medida que nos llamen la atención, pero este lugar tiene una especial vinculación con el mundo de la bici, y sobre todo, esta ubicado en un lugar idóneo para comenzar o acabar, teniendo en cuenta que Alberto García, su dueño, está vinculado al mundo de la BTT por su implicación en la señalización, marcaje y realización de algunos Centros BTT como el que se llevó a cabo en el Alto Palancia, el Valle, el altiplano Requena-Utiel o el recientemente inaugurado Vall de Pop.
Sevengar es el nombre de su empresa, especializada en obra pública, codo a codo con la Administración y los Ayuntamientos y Alberto, de orígen cofrentino, trata de ofrecer al cliente en esta faceta de sus negocios, lo mejor de la gastronomía mediterránea, con un toque distinto y donde el cliente es tratado como un amigo.
Estos días señalados son una buena excusa para visitar los Siete percebes y degustar alguno de sus menús a precio cerrado que ofrecen para grupos, comidas de empresa o simplemente si a nivel particular, queremos quedar bien. También podemos utilizar los Siete Percebes para preparar una excursión por la ciudad y completar allí el recorrido.
Los productos son de primera calidad, cocina de mercado, destacando sus carnes y pescados, y sobre todo, sus arroces, tanto secos como caldosos. La paella valenciana con alcachofas o el arroz con gamba pelada, o del senyoret, son una buena excusa para acercarnos, pero para mi gusto, la fideua con fideos finos es excepcional.
Hay pocos lugares fuera del entorno de Gandía donde la cocinen con fideos del nº 1. La fideua de Siete Percebes tiene ese punto idóneo de cocción, que no es fácil conseguirlo, y en algunos casos como en la Marina Alta o la Safor, la ponen unos minutos al horno, caldero y todo, si el tamaño de éste lo permite, para que los fideos se levanten y se cuezan por la superficie, un poco más. Una especie de arrosejat pero con fiedeos, de hecho en las comarcas del norte de Castellón se les llama fideusejats.
Un plato muy recomendable, muy nuestro, y que tiene ese punto especial, como la paella, que sólo los profesionales valencianos saben hacer. Una sugerencia para estos días a menú cerrado: Tomate valenciano preparado con troco de atún, anchoas, mojama, cigalitas salteadas con ajos puerros, pasas de Dénia y piñones. Un arroz de marisco pelado o una fideua de fideo fino con marisco, paellas de carabineros o bacalao, acompañado de un blanco de la Marina Alta, o un tinto como les Alcusses, la cueva del Pecado, Maduressa o Pago de Tharsys, disfrutaremos de nuestra gastronomía con los mejores productos de nuestra tierra.
El restaurante es muy frecuentado los días festivos por extranjeros que buscan un buen nivel culinario en su visita a la ciudad, y entre semana por los propios valencianos que cierran negocios o hablan de trabajo de una forma distendida.
– Para mi este restaurante no es un negocio –nos cuenta Alberto García- es un lugar donde acabar la jornada laboral y compartir con clientes y amigos esos momentos de relajación antes de cerrar el día.
Coje tu bici, recorre la ciudad por el río y date un vuelta por la cercana huerta de Alboraya, visita el centro cerrado al tráfico y acaba en los siete percebes. Tendrás un recuerdo distinto de la ciudad del Turia.
www.los7percebesos .com
